Introducción
Presentación del capítulo
La inteligencia artificial consiste en volver inteligente un sistema artificial, principalmente informático. Esto supone que existe una definición precisa de la inteligencia, aunque no sea necesariamente el caso.
Esta introducción se interesa, en primer lugar, en la inteligencia humana y la manera en la que se define. A continuación, se explica cómo esta definición puede aplicarse a otras formas de vida, bien sean animales o vegetales, dado que, si la inteligencia no estuviera vinculada más que a la humanidad, sería inútil tratar de reproducirla en sistemas artificiales.
Una vez planteado el hecho de que la inteligencia puede encontrarse en cualquier ser vivo, veremos cómo definir la inteligencia artificial, así como las grandes corrientes de pensamiento que encontramos. Por último, esta introducción termina con un vistazo al panorama de sus dominios de aplicación.
Definir la inteligencia
Es importante comprender, en primer lugar, qué se entiende por inteligencia. Existen muchas ideas en torno a este asunto que pueden suponer un inconveniente para la comprensión (e incluso hacerla imposible) del campo de la inteligencia artificial.
El término inteligencia viene del latín "intelligentia", que significa la facultad de comprender y de establecer relaciones entre elementos.
La inteligencia es, no obstante, múltiple, y todos los autores actuales se ponen de acuerdo en el hecho de que no existe una sino varias inteligencias, y que cada uno de nosotros puede presentar fortalezas o debilidades en las distintas formas de inteligencia. La teoría de las inteligencias múltiples, propuesta inicialmente por Howard Gardner en 1983 (profesor en Harvard dedicado al estudio del fracaso escolar en niños), enumera siete formas de inteligencia, a las que se han agregado algunas otras hasta obtener la lista actual de las nueve formas de inteligencia:
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Inteligencia lógica-matemática: capacidad de trabajar con números, analizar situaciones y elaborar razonamientos. Se emplea en el ámbito científico, en particular en física y matemáticas.
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Inteligencia visual-espacial: capacidad para representar un objeto o un entorno en 3D; se utiliza para orientarse en un mapa, recordar una ruta o imaginar el resultado de una forma espacial a partir de su plano....
La inteligencia de los seres vivos
La inteligencia se asocia, quizás demasiado, a la propia del ser humano. En efecto, el Hombre trata de mostrarse superior a los animales, y todo aquello que pueda diferenciarlo de ellos es conveniente para distinguirse de las "bestias". Este término es, por otro lado, muy significativo: designa todos los animales y personas que se consideran poco inteligentes.
Por lo tanto, la definición de inteligencia como capacidad para adaptarse permite tener en cuenta numerosos comportamientos que encontramos en la vida animal e incluso en otros seres vivos.
Cuando hablamos de la "inteligencia de los seres vivos", pensamos a menudo en los grandes primates (capaces de aprender el lenguaje de signos y de comunicarse gracias a él), en los perros o en los delfines. Podemos citar, también, el caso de Hans el listo, un célebre caballo que "sabía" contar y era capaz de responder golpeando con sus cascos en el suelo (por ejemplo, a la pregunta "¿cuánto suman 3 + 4?", golpearía siete veces). En realidad, era capaz de detectar pequeños movimientos muy sutiles en los rostros del público para determinar cuándo debía parar: había adaptado su comportamiento a su entorno para obtener golosinas y caricias.
Podemos hablar, también, de animales que demuestran una inteligencia colectiva destacable. Tenemos, por ejemplo...
La inteligencia artificial
La naturaleza presenta numerosos casos de inteligencia: esta no es específica al ser humano. De hecho, no es ni siquiera propia de los seres vivos: cualquier sistema capaz de adaptarse y ofrecer una respuesta adecuada a su entorno podría considerarse como inteligente. Hablamos, en este caso, de inteligencia artificial (I.A.). Este término lo acuñó John McCarthy en 1956 (la I.A. tiene una historia larga e interesante).
El dominio de la inteligencia artificial es muy vasto y permite cubrir numerosas técnicas diferentes. La capacidad de cálculo cada vez mayor de los ordenadores, una mejor comprensión de ciertos procesos naturales vinculados a la inteligencia y el progreso de los investigadores en las ciencias fundamentales han permitido realizar grandes avances.
Por otro lado, no todas las facultades que podemos atribuir a un ordenador se pueden considerar como parte de la inteligencia artificial. De este modo, un ordenador capaz de resolver ecuaciones complejas en muy poco tiempo (mucho más rápido de lo que podría realizar un ser humano) no se considera, no obstante, como inteligente.
Como ocurre con los seres humanos (o con los animales), existen ciertas pruebas que permiten determinar si se puede considerar que el programa es, o no, inteligente. El más conocido es el test de Turing (descrito en 1950 por Alan Turing), que consiste en realizar una comunicación entre...
Dominios de aplicación
La inteligencia artificial se asocia, a menudo, con la ciencia ficción. La encontramos, por tanto, en muchas películas y libros, como por ejemplo el ordenador HAL 9000 de Una odisea en el espacio, de Stanley Kubrick (1968). Desgraciadamente (para nosotros, humanos), estos sistemas de I.A. tienen la mala costumbre de revelarse, o querer someter a los hombres, en ocasiones "por su propio bien", como ocurre en el film I, Robot, de Alex Proyas (2004).
En la actualidad, la inteligencia artificial se utiliza, efectivamente, en el mundo de la robótica para permitir a los robos interactuar de manera más flexible con los seres humanos a los que deben ayudar. Las tareas que deben realizar son, en ocasiones, muy sencillas, como limpiar el suelo, o mucho más complejas como ocurre con los "robots de compañía" que deben ayudar en la vida cotidiana a personas que no tienen todas sus facultades (por ejemplo, personas mayores o con alguna minusvalía). Existen muchos trabajos en este dominio, y las posibilidades son casi infinitas.
Los militares lo han comprendido bien: muchos robots se encargan o subvencionan mediante sus fondos destinados a la investigación. Hablamos de drones inteligentes, capaces de encontrar enemigos en zonas de combate, de soldados mecánicos, armas más inteligentes y también de robots que permiten encontrar y salvar a las víctimas...
Resumen
La inteligencia es un concepto difícil de definir con precisión, porque puede adoptar muchas formas. Resulta difícil, también, medirla, y las pruebas de C.I. están sesgadas. Podría resumirse como la capacidad de adaptación al entorno para resolver los problemas que se le presentan.
El reino animal está, por tanto, dotado de inteligencia, si bien diferente en cada caso, pero presente. En términos generales, todos los seres vivos, por su adaptación al entorno y la creación de estrategias de supervivencia complejas muestran pruebas de inteligencia.
Esta puede "implantarse" en las máquinas. La inteligencia artificial permite dotar a un sistema de un mecanismo que le permite simular el comportamiento de un ser vivo, comprenderlo mejor o incluso adaptar su estrategia a cambios y modificaciones en su entorno. Incluso en este caso resulta difícil determinar con precisión si un sistema presenta alguna forma de inteligencia; las pruebas del tipo "test de Turing" presentan, como ocurre con los tests de C.I., limitaciones.
Las tecnologías, los lenguajes y los algoritmos son tan numerosos como los dominios de aplicación, y la I.A. no está reservada a la robótica o a los videojuegos. En efecto, podemos encontrarla en casi todos los dominios informatizados. Nos envuelve, incluso sin darnos cuenta, y mejora prácticamente cualquier tipo...